
Una parte de este crédito ha ido a parar a compras apalancadas en sectores que se prevén más anticíclicos que otros. Un ejemplo es la adquisición de la filial funeraria de Acciona, Mémora, por 3i; de Gamesa Solar por el fondo americano First Reserve; o de la eólica lusa Enersis, a cargo de Magnum, fundada por Ángel Corcóstegui, ex consejero delegado de Santander. Una entidad española, Banesto, fue de las más activas en 2008 en este negocio, que era nicho habitual de bancos como Royal Bank of Scotland, ahora replegado a sus cuarteles de invierno, después de ser nacionalizado por Reino Unido para evitar su quiebra. Otras entidades como BBVA, Santander y La Caixa también han ocupado parte del hueco dejado por los grandes grupos internacionales. "Los diferenciales para estos préstamos que cobran los bancos sobre el euribor (tasa de referencia en el mercado interbancario) se han elevado sustancialmente, los plazos de amortización son ahora más cortos y los importes se han reducido". Es el panorama que describen desde N+1. Nicholas Walker, de Socios Financieros, resalta que antes un solo banco aseguraba operaciones de más de 500 millones de euros de deuda en España, como por ejemplo la compra de Parques Reunidos por el fondo británico Candover, mientras que ahora hay que negociar con varios bancos para que formen un sindicato, para que el préstamo pueda ser repartido entre todos ellos. Un ejemplo de esta táctica lo protagonizó 3i en la compra de Mémora, uniendo a once bancos para obtener 137 millones de euros.
Se requiere pedigrí
El presidente de la patronal Ascri, Jaime Hernández-Soto, señala que "sólo las firmas de capital riesgo con mejores historiales de resultados tendrán facilidades para lograr financiación para sus proyectos de inversión". Pero no sólo bastará con tener un buen pedigrí. El sector hacia el que se canalice la inversión también es clave. Un caso son las energías renovables, donde dos de las mayores empresas del sector, ambas participadas por el private equity ¿Eolia y Fotowatio?, recibieron préstamos de 80 millones y 242 millones de euros, respectivamente, en 2008 para financiar sus planes de negocio. Los retornos predecibles de los parques eólicos y solares, con una regulación favorable en España, han mitigado su riesgo. No obstante, es de prever que la inversión del sector sea menor y que los bancos españoles, asustados por problemas como el vertiginoso aumento de la morosidad, estén aún más cicateros en 2009.
blogs.expansion.com.Enrique Calatrava-19 de febrero de 2009-
Fuente: www.blogs.expansion.com
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