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28 de noviembre de 2008

La deuda también amenaza las inversiones del capital riesgo

La crisis también llega a los bolsillos del capital riesgo. Sus inversiones han caído en España un 45% durante los nueve primeros meses del año, aunque éste no es su único problema. El abultado endeudamiento que sufren las compañías que están en sus manos está pasando factura a las propias firmas de capital riesgo, que ven, además, como la crisis está poniendo en entredicho su propio sistema de compras. El juego a dos bandas del capital riesgo pone en apuros no sólo a grandes compañías extranjeras, sino también a grupos españoles como Ono o Cortefiel. Y es que la política de compras de estos fondos consiste en cargar la deuda derivada de la compra de una compañía en esa misma entidad. Cuando el panorama económico era estable, las compañías en manos de fondos de capital riesgo no tenían problemas para refinanciar sus deudas o cumplir con los pagos. Sin embargo, la actual coyuntura económica y la sequía crediticia ha agravado hasta el extremo los problemas de endeudamiento de muchas de estas compañías.
Sequía crediticia
Las firmas de capital riesgo han arriesgado muy poco capital propio a la hora de hacerse con compañías como Cortefiel, Ono, Applus+, Parques Reunidos o Panrico, entre otras, ya que financiaban la compra con un 10% de capital propio, de media. El capital restante necesario para cerrar la adquisición era cargado en concepto de deuda a la propia compañía, que se veía así obligada a negociar con los bancos. Sucede que la deuda contraída por este tipo de compañías alcanza cantidades astronómicas y, para más inri, muchas de ellas deben hacer frente a vencimientos de deuda crecientes en plena recesión económica, tal y como es el caso de Ono. La compañía se endeudó hasta las cejas en 2005 para comprar Auna por unos 2.200 millones. La operadora tuvo, además, que dar entrada a cuatro firmas de capital riesgo, que controlan el 53,2% del capital: Providence, Thomas H. Lee, CCMP Capital y Quadrangle. ONO, que facturó en 2007 1.616 millones de euros, posee un abultado endeudamiento que, a junio de este año, alcanzaba los 3.866 millones de euros (a dicimbre era de 3.647 millones de euros), situación que se complica si tenemos en cuenta que la compañía debe hacer frente a vencimientos de deuda crecientes que rondan los 200 millones en 2009, los 418 millones en 2010 y los 500 millones en 2011.
'Fondos buitre'
ONO no es la única compañía que está en la cuerda floja como consecuencia de su altos índices de endeudamiento. Cortefiel, propiedad de Permira, CVC y Pai Partners, ha despertado incluso el interés de los fondos buitre, especializados en invertir en empresas en crisis, ya que el valor de la deuda de Cortefiel cotizaba el pasado mes de agosto a un 42% de su valor nominal. Dicha rebaja se debe a la escasa confianza que el mercado tiene en que el grupo sea capaz de devolver lo prestado debido a la incidencia de la crisis del consumo en las ventas del grupo, que soporta una deuda cercana a los 1.080 millones de euros, según publicó Reuters. La compañía defiende que esta situación no afectará a sus resultados económicos y que será capaz de hacer frente a su deuda.
Negocios.com.E. Gala/IHT-09 de noviembre de 2008-

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