"El trabajo más productivo es el que sale de las manos de un hombre contento." Víctor Pauchet

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6 de octubre de 2008

La clave del exito esta...en ser un "trepa"

Llegan con cara de buenos y a todos les caen bien. Luego empiezas a observar cómo hay cosas que no te cuadran y parece que sólo tú te percatas. Te callas, por prudencia. Pero un día alguien estalla y os dais cuenta de que muchos pensáis igual: ¡Pero si es un trepa!
Descubre si estás rodeado de trepas o incluso, la mejor manera de serlo, que algo bueno debe tener cuando hay tantos.
En España los denominamos “trepas”, pero la
R.A.E casi tiene una acepción mejor: “arribista”: Del francés “arriviste”. Persona que progresa en la vida por medios rápidos y sin escrúpulos.
Aunque, sin duda, el idioma que mejor los define es el
Inglés. “Social climbing” lo que vendría a ser un “escalador de puestos social” y, mi favorita, “creep“ que para un animal significa “reptar o arrastrarse”, y para plantas y personas significa “trepar”. ¡Qué gran verbo!
Lo denominan “trepismo” y se da sobre todo en empresas en las que hay pocos puestos directivos y muchos puñales que te sobrevuelan. Además las personas con esta peculiar forma de hacer negocios suelen tener una personalidad dócil y agradable, aunque, en el fondo, no soportan que nadie les haga sombra.
Desgranemos algunas de las
10 claves que existen para detectar a los arribistas, o, si careces en cierta forma de moral, llegar a ser uno de ellos.
  1. Conseguir un padrino. Todos lo habéis visto, oído y vivido, pero parece ser que el jefe no. Siempre le protege, en poco tiempo parece que le tiene más en cuenta que a ti.
  2. Acusar a los compañeros. Esta parte es importante. Si quieres ser un buen trepa tú no tendrás la culpa jamás, de hecho, si tienes la oportunidad de involucrar a alguien en algo desagradable (vamos, lo que viene siendo chivarse) o dejar a algún compañero en evidencia ante tu jefe o los demás…está claro, vas por el buen camino.
  3. Saber adular a los superiores. Casi debiera ir en primer lugar, cerca del padrino. Un buen “creep” aparentará ante los demás que adora a sus jefes, aunque no los conozca o realmente los deteste. Por supuesto, el tono que utilizará a la hora de dirigirse a ellos será proporcionalmente inverso al tono despótico que usará con sus compañeros. El tono aumentará de nivel despótico a medida que aumente la inferioridad jerárquica del interlocutor.
  4. Trabajar fuera de horario y robar las ideas a los compañeros. Siempre hay que quedarse más tiempo en la oficina y nunca irte antes que el jefe. Es un buen momento para presentarle como tuyas las ideas que has escuchado a tus compañeros en la comida o durante el café…realmente es buen momento para ejercer lo que antes denominábamos “chivarse”.
  5. Aparentar que la vida te va en el trabajo. No hay nada tan importante como el empleo. Tú eres el que más trabaja, tu trabajo es el más importante y los proyectos que desarrollas los desarrollas tú y sólo tú. Realmente nadie sabe cómo sobrevivía la empresa antes de que TÚ llegaras.

En base a estas seis premisas y a otras cuatro o cinco cosillas podrás detectar de forma sencilla si trabajas con el enemigo. Lo más importante es que no pierdas la calma, cualquier salida de tono te desacreditaría, y, por favor, guarda bien la información que poseas, tanto laboral como personal…en definitiva, o juegas al mismo juego o te lo quitas de encima. Lo que viene siendo “O jugamos todos o rompemos la baraja” (sí, ya sé que hay otras versiones del dicho )
Para terminar y ser sinceros, reconocer que si nos ceñimos a las “características universales de los trepas” todos deberíamos vernos un poco reflejados…¿o no?

Fuente: www.empleo.universiablogs.net

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