¿Apariencia o realidad? El doble juego de la imagen seduce al hombre desde tiempos immemoriales en todos los ámbitos que abarca el campo de la estética, ya sea en el caso más evidente, el cinematográfico, o en los sectores de la cirujía, la decoración y el interiorismo. En este último sector trabaja la almeriense Anfomar, una firma innovadora que posee una patente única en el mundo, la de la pátina marina, -que les da la posibilidad de convertir en piezas dignas de museo objetos realizados en pleno siglo XXI. "Es una alternativa al expolio marino", explica la gerente, Filomena Faba, "hacemos reproducciones exactas a mano y documentadas de piezas datadas, por lo que muchos museos se interesan en nuestros productos para exponerlos y realizar actividades didácticas". Así, se pueden observar ánforas de la empresa almeriense en el Museo Oceanográfico de Valencia, por ejemplo, que albergará una exposición a partir del 25 de noviembre, mientras que los de Mónaco, Madrid o el Museo Romano de Mérida ya han expuesto algunos de sus trabajos. El proceso de envejecimiento de los objetos es 'natural', ya que es el mar el que se encarga de darle un aspecto milenario a las réplicas gracias a la riqueza de su lecho y su biodiversidad, en un proceso acelerado que, no obstante, dura entre tres y siete años. El primer paso es someter las piezas a un tratamiento de electrólisis. "Al principio la vida marina, en su mayoría plancton microscópico, se caía, porque resbalaba de los objetos, que no eran lo suficientemente porosos", explica la gerente. Tras este paso previo, al que se llegó tras una serie de estudios, el siguiente es la introducción de los objetos en el agua, que se van cambiando de lugar periódicamente, siguiendo un circuito natural para que éstos tomen la pátina del mar de distintas especies y formas marinas. La empresa posee dos mil metros cuadrados de 'siembra' de ánforas y otros objetos, cualquiera que se pueda introducir en el mar, desde columnas a reproducciones de la mitología griega, que se ubican en la dársena privada de Endesa, en Carboneras, a 200 metros del sistema de refrigeración de la misma. Anfomar utiliza el desecho de vida marina que arroja la central térmica, que aspira 140.000 metros cúbicos de agua para su refrigeración y, posteriormente la devuelve, a través de un sistema de canalización y filtros, dirigiéndola directamente sobre la 'siembra' de ánforas las 24 horas del día. "La riqueza marina de la zona es increíble, parece un arrecife marino natural", explica Faba. "Lo que nosotros hacemos es aprovechar todo esto para embellecer nuestros productos". La firma se encuentra actualmente en expansión a nivel internacional. Ya son muchos los países que han requerido sus servicios en todo el mundo gracias a la venta en internet, museos, hoteles de alta gama y ferias especializadas. El próximo proyecto será la instalación de un servicio on line para que los clientes observen cómo el mar 'crea' sus artículos.
elalmeria.es.Virginia Hernandez-15 de septiembre de 2008-
elalmeria.es.Virginia Hernandez-15 de septiembre de 2008-
Fuente: www.elalmeria.es
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