Mobbing por rumores

Muchas son las acciones que pone en marcha el acosador con el único objetivo de hacer que la víctima abandone su puesto de trabajo. Ataques verbales con insultos e improperios, ninguneo constante, cargas de trabajo imposibles, aislar para que nadie entable relación con la víctima e incluso violencia física. Sin embargo, según Rodríguez, una de las técnicas más efectivas es la de crear rumores alrededor de la figura del acosado, ya que, condensa muchas de las ya mencionadas (el ninguneo, el insulto o el aislamiento según el rumor) y como indica, aunque se demuestre lo contrario “algo siempre queda”. Todo esto se somatiza y provoca problemas psíquicos como ataques de ansiedad y pánico o elevado consumo de drogas y alcohol, como físicos derivados del grado de estrés al que se ve expuesta la víctima. En este sentido, Rodríguez quiso dejar claro que el mobbing (que ya empieza a ser denominado acoso laboral por la “estigmatización” que produce este término en quienes lo sufren) no es una enfermedad pero “puede provocarlas”. “El acoso laboral es un delito”, zanjó Rodríguez, quien se quejó de que no haya una persecución concreta en el Código Penal aunque sí que hay jurisprudencia suficiente para combatirlo. Rodríguez aconseja apuntar todas las ocasiones en las que se den casos de mobbing (anotar fechas, personas..) utilizar las nuevas tecnologías como cámaras en móviles para demostrar el acoso y guardar cualquier cosa que tenga que ver con el acosador “por nimia que parezca”. El mobbing consiste en procedimientos abusivos, palabras o sobreentendidos, gestos y miradas que, por su frecuencia o sistematización afectan la integridad psíquica o física de una persona. Son procedimientos sutiles, que parecen menores o poco relevantes y que, al ser repetidos, se convierten en altamente destructivos para quien los sufre.

Fuente: www.empresuchas.com