Es el cálculo tradicional, que mide la pobreza monetaria, que afecta al 16% de la población española. Para el INE, son pobres aquellas personas con una renta inferior al 60% de la media, que se sitúa en 22.000 euros. Con estos datos, se evidencian los desequilibrios de renta en España, ya que mientras un colectivo básicamente formado por desempleados, pensionistas y subsidiados cubre sus necesidades con 800 euros, el gasto medio mensual de los españoles triplica esa cantidad. España podría superar este mismo año la renta media europea y rebasar la de Italia en unos pocos ejercicios.
¿Quién es más pobre?
Sin embargo, esta medición basada en la renta oculta varias realidades ¿Es igual de pobre un hogar extremeño cuyo cabeza de familia aporta 13.000 euros que el de un madrileño que vive con la misma cantidad? Evidentemente no. El nivel de vida de la comunidad o circunstancias como vivir en una ciudad o en un pueblo son determinantes y no se consideran en la medición del INE, que calcula sólo una pobreza relativa. La pobreza monetaria, al estar en función de la renta, depende mucho más de cambios extraños en el flujo de renta causados, por ejemplo, por un cambio en las condiciones salariales por breve tiempo o un contrato de trabajo temporal. Este contrato de trabajo modificaría la renta, pero es dudoso suponer que variaría el nivel de vida a medio y largo plazo.
¿Quién es más pobre?
Sin embargo, esta medición basada en la renta oculta varias realidades ¿Es igual de pobre un hogar extremeño cuyo cabeza de familia aporta 13.000 euros que el de un madrileño que vive con la misma cantidad? Evidentemente no. El nivel de vida de la comunidad o circunstancias como vivir en una ciudad o en un pueblo son determinantes y no se consideran en la medición del INE, que calcula sólo una pobreza relativa. La pobreza monetaria, al estar en función de la renta, depende mucho más de cambios extraños en el flujo de renta causados, por ejemplo, por un cambio en las condiciones salariales por breve tiempo o un contrato de trabajo temporal. Este contrato de trabajo modificaría la renta, pero es dudoso suponer que variaría el nivel de vida a medio y largo plazo.
En cualquier caso, parece que resulta exagerado el número de pobres que se desprenden de este cómputo. Pese a que resulta más complejo, existe un método de cálculo que nos puede aproximar en mejor medida a que población está más necesitada y privada de lo básico. Los resultados son menos alarmistas, a la vez que resultan más ajustados a los criterios de la Comisión Europea para evaluar la exclusión social. En un informe editado por la Fundación Alternativas, Jesús Pérez Mayo, profesor de Economía Aplicada, desarrolla un minucioso análisis de la dimensión territorial de la pobreza a partir del cálculo de las privaciones de la población.
Según el trabajo, existe un 16,45% de la población que no tiene, de forma global, cubiertas sus necesidades, un porcentaje muy similar que se desprende de la medición de la renta. Por supuesto, en este cálculo tienen mayor peso las privaciones básicas y asuntos como no tener agua corriente o electricidad, que las privaciones digamos secundarias, como no salir de vacaciones o no disponer de microondas. El 80% de los ciudadanos, según el balance, tiene alguna necesidad sin cubrir por falta de presupuesto. Si bien no resulta alarmante que cuatro de cada diez españoles no pueda salir de vacaciones una semana al año o que no pueda renovar el mobiliario, sí lo es que en el 11% de las casas no se tenga luz o que se carezca de calefacción en casi el 60%.
Según el trabajo, existe un 16,45% de la población que no tiene, de forma global, cubiertas sus necesidades, un porcentaje muy similar que se desprende de la medición de la renta. Por supuesto, en este cálculo tienen mayor peso las privaciones básicas y asuntos como no tener agua corriente o electricidad, que las privaciones digamos secundarias, como no salir de vacaciones o no disponer de microondas. El 80% de los ciudadanos, según el balance, tiene alguna necesidad sin cubrir por falta de presupuesto. Si bien no resulta alarmante que cuatro de cada diez españoles no pueda salir de vacaciones una semana al año o que no pueda renovar el mobiliario, sí lo es que en el 11% de las casas no se tenga luz o que se carezca de calefacción en casi el 60%.
Enrique Morales-23 de febrero de 2008-
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